martes, 13 de marzo de 2007

El Mérito de los escogidos.

Aquel que tiene merito es diferente.

He aquí que yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel, en sustitución de todo primogénito… Los Levitas serán, pues, para Mí. (Badmidbar 3:12)


EL término ma´alá, “mérito”, se refiere a una descripción de la esencia de una persona: su sabiduría, su irat Shamaim, sus buenos modales. EL que es bendecido con estas cualidades y se distingue por ellas, es oleh, elevado por sobre los demás. Esto lo ubica en un nivel diferente asegurándole una ventaja especial sobre los demás, y lo separa de sus compañeros.

Cuando Hashem separó a los levi´im de Bnei Israel, no parecía haber ningún cambio intrínseco en los levi´im, simplemente un cambio de condición. Pero el Ibn Ezra parece estar diciendo que convertirse en la propiedad, por decirlo de alguna manera, de Hashem, se considera una “ma´alá”, una elevación del valor intrínseco de uno, por lo que la esencia de uno cambia, dado que describe la separación de los levi´im del resto de Israel para el servicio de Hashem como una ma´alá guedolá, “un gran mérito”. Esta diciendo que pertenecer al Ser Supremo transformó al leví en una persona de valor.

La traducción literal de la palabra ma´alá es “elevación” – la persona es elevada a un nivel especial que altera su esencia. Esto no significa que la persona sea más importante, sino más bien que su esencia se transforma. La separación propiamente dicha es el “gran mérito” que envuelve a una persona y afecta la definición misma del yo. Cuando se separó a los levi´im de Hashem, no experimentaron un simple cambio de condición; se transformó todo su ser.

Asimismo, encontramos en Rashi en el pasuk: “Y el campo de Efrón, en Majpelá, fue transferido…” (Bereshit 23:17) que la transferencia de la Me´arat HaMajpelá de Bnei Jeit a Abraham Abinu, cambió la esencia del lugar.

Esto también se asemeja a lo que he oído en nombre de un grande del Jasidut, que explicó el versículo: “Hiciste un pacto con él de darle la tierra de Canaán… de dársela a sus hijos, y has cumplido Tu palabra” (Nejemía 9:8). ¿Por qué se usó dos veces la palabra dar? Al repetir la palabra dar, se enfatizó la transferencia propiamente dicha de la tierra de los cananeos a bnei Israel. La transferencia de la propiedad de Canaán se describió con las palabras “darle la tierra de Canaán” y la posesión de Israel se indicó con la frase “dársela a sus hijos”. Esto muestra un paralelo con lo que hemos mencionado anteriormente. La conexión con un elemento más elevado eleva el valor intrínseco de aquello que se ha transferido. Por lo tanto, cuando la Me´arat HaMajpelá pasó a manos de Abraham Abinu, su esencia cambió completamente como sucedió con la de la tierra de Israel cuando pasó a ser jurisdicción de bnei Israel.

El nivel de un Ben Torá: Diferente y especial:

No solamente la tribu de Leví, sino todo hombre de este mundo que sea benevolente de espíritu, que tenga conciencia de sí mismo, para separarse yerguirse delante de Hashem y para conocerlo, que transite por el camino recto fue la intención de Hashem… puede llegar a ser espiritual como el Santo de los Santos. Hashem será su parte por siempre, y será merecedor en este mundo de que Hashem sea su sostén como es el sostén de los cohanim y de los levi´im, como dijo David HaMelej: “Hashem es la porción de mi herencia y mi copa; Tu mantienes mi parte”. (Rambam, Hiljot Shemitá V´Iovel 13:13).

A la luz de la explicación del Ibn Ezra, sobre que la conexión con un elemento superior, eleva a un hombre y altera su esencia, las palabras del Rambam son profundas. Un Ben Torá que entra en estas esferas más elevadas debe darse cuenta de que su propia esencia como Ben Torá se convierte en la definición de su yo. Sus modales, sus acciones, de hecho, su comportamiento, se transforma. Su porción y su destino son diferentes a las demás personas. Su identidad como Ben Torá lo conecta al campo de siervos de Hashem, protegiéndolo, como un escudo, de las influencias negativas. Jazal se refiere a los Bnei Torá como a “las legiones del Rey”, dado que son ellos los que se encuentran en el dominio de Hashem.

Como escribió el Rambam, no sólo la tribu de Leví puede ser merecedora de este nivel especial, sino cualquier persona “de alma benévola” puede conectarse con el dominio de Hashem y servirlo. Hashem será su sostén como fue el sostén de los cohanim y de los levi´im.

Cit. EL MUNDO INTERIOR. “Ensayos de Musar Contemporáneos” Rabbi Jaim Walkin.


A propósito de: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Hashem, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable... 1 Pedro 2: 9.